Cuando el niño era niño,
caminaba con los brazos abiertos,
quería que el riachuelo fuera un río,
el río un torrente,
y el charco, el mar.
Cuando el niño era niño,
él no sabía que era un niño.
Todo él era alegría,
y todas las almas, una.
Cuando el niño era niño,
no tenía opinión sobre nada,
no tenía costumbres.
Se sentaba en el suelo,
corría por doquier,
tenía un tirabuzón en el pelo,
y nunca hacía muecas al hacerse fotos.
Cuando el niño era niño,
lanzó un palo como lanza contra un árbol,
y este aún sigue ahí, vibrando.
Peter Handke – Canción de la niñez